28. Un refugio para el amor
Abril Lara
Mis dedos se apretaron ligeramente alrededor del asiento del automóvil mientras el paisaje fuera de la ventana cambiaba gradualmente. Había pasado meses en el hospital, estaba feliz por que volvería a caminar. Lo miré, sonreí agradecida por el hombre que tenía a mi lado, él había hecho hasta lo imposible por mantenerme con vida, a veces, me pregunto como es que es tan inteligente, como pudo en tan poco tiempo construir un corazón para mí. Me intrigaba demasiado, deseaba conocer al Elías en la intimidad de su hogar, no sabía muchas cosas de él, apenas tuvimos una primera cita, y ahora me encontraba aquí, yendo a su casa, pretendiendo vivir con él.
Había algo que me mantenía inquieta, en realidad no sabía si viviríamos en su casa como una pareja en una relación sentimental, o él sólo deseaba cuidarme durante mi recuperación, ¿después de eso que?
Miles de mariposas revolotearon en mi estómago mientras nos desplazábamos por una avenida amplia y majestuosa. Las mansiones que se