Al vislumbrar un rayo de esperanza, Arlo ordenó de inmediato al equipo de trabajo que buscara los registros de navegación del Puerto de Casablanca, examinando minuciosamente los buques de carga que habían atracado o zarpado en los últimos días.
Naturalmente, había cientos de ellos y algunos incluso se dirigían al otro lado del mundo.
Pero para Arlo, cada barco era sospechoso y no le preocupaba que las embarcaciones fueran difíciles de rastrear una vez en alta mar.
Después de todo, el movimiento de cada buque de carga debía registrarse legalmente, y si encontraban alguna sospechosa, sería fácil localizar su país de origen o la compañía propietaria. Requería bastante búsqueda, pero aun así significaba que su guarnición desaparecida no lograría escapar.
Entonces, ordenó a sus hombres que investigaran y registraran las rutas de cada buque dentro del período de tiempo en que se sospechaba que la Guarnición Duca había abandonado las minas.
El sistema de transporte marítimo internacional