El chalet real se alzaba en la suave pendiente de la cima de la colina al norte de Lyngen, con un pequeño camino que conducía al pie de la montaña y una cerca de acero que rodeaba la base de la colina.

Charlie sacó la llave que le había dado Susan al bajar del coche, abrió la verja de la cerca antes de subir por la colina.

Como la pintoresca colina parecía un tazón boca abajo, y su contorno parecía dibujado con delicadas líneas, el camino hacia arriba era suave y constante.

En cuanto al chalet, era una sencilla construcción de madera, y también enorme, con una enorme sala, nueve dormitorios, un estudio y un comedor. ¡Sin duda, podía albergar hasta treinta personas!

Tras estacionar la camioneta delante, Charlie abrió la puerta.

Aunque nadie vivía allí, la familia real se había esforzado por ventilar y limpiarlo con regularidad, por lo que todas las habitaciones estaban impecables. El clima seco también ayudaba, ya que no había olores extraños.

También había una auténtica sala de e