Con solo escuchar a Charlie y MerlIn hablando con acertijos, Kaeden se puso a pisotear el suelo de frustración.
Entonces, preocupado de que los demás se dieran cuenta de que estaban teniendo una charla secreta, bajó la voz pero preguntó con urgencia: “¿De qué demonios están hablando? Compártanlo ahora mismo… no lo soporto porque soy muy impaciente”.
Merlin luego se rio entre dientes: “Bueno, a la señorita Lavor se le acaba de ocurrir una idea brillante: una vez que aseguremos las empresas que operan las máquinas expendedoras, conectaremos las cámaras de seguridad de cada máquina a los servidores del módulo de Inteligencia Artificial. Así, podremos monitorear aeropuertos, puertos, estaciones de tren o incluso simples estacionamientos de todo el mundo”.
“Con la Inteligencia Artificial analizando cada video sin descanso, sin duda encontraremos los rostros que buscamos. En cuanto aparezcan cerca de una, sabremos su ubicación y podremos empezar a rastrearlos”.
“¡Dios mío!”, exclamó Kade