A pesar de lo que había dicho, Harrison no tenía ni idea de quién había secuestrado a Salem y Edmund, pero sabía una cosa… no eran personas fáciles de enfrentar.
Después de todo, mientras todos estaban completamente seguros de que Salem y Edmund estaban retenidos en algún lugar de Oskia, de repente reaparecieron, con un rescate de mil millones de dólares estadounidenses.
Si bien había habido otros secuestradores lo suficientemente audaces como para exigir tanto, contactar directamente con una familia de esa manera y además negarse a liberar a los rehenes después de haber pagado era sin duda una novedad.
Sin embargo, si Jennie no pagaba el rescate, los secuestradores sin duda se lo contarían a todo el mundo, etiquetándola así como una persona sin emociones y codiciosa con el dinero.
Era una Rothschild antes de casarse, y una vez convertida en una paria, los Rothschild tampoco se librarían de las críticas.
Por eso Harrison quería que pagara.
Él tampoco mentía… tenía innumerables mé