Vera sonrió levemente y dijo en un tono moderado: “No es necesario que me digas esto con tal de que puedas convencerte a ti misma”.
Claudia no pudo ocultar su pánico y dijo: “No seguiré hablando tonterías contigo. Bajaré a esperar a que llegue Charlie para poder traerlo aquí”.
Vera le preguntó: “¿Ha llegado tu hermano?”.
Claudia dijo sin dudar: “Aún no, pero bajaré y esperaré por él un rato para no perder el tiempo bajando solo después de que él haya llegado”.
Vera dejó de molestar a Claudia y asintió levemente cuando dijo: “Gracias, Claudia. No bajaré contigo porque tengo un dolor de cabeza muy fuerte. Por favor, házle saber eso de mi parte, para que no vaya a pensar que carezco de modales”.
Claudia asintió y dijo: “De acuerdo, puedes esperar en el dormitorio. Le informaré al administrador del dormitorio y traeré a Charlie. ¡Charlie es muy capaz, así que tu migraña definitivamente se curará una vez que esté aquí!”.
Después de decir eso, salió apresuradamente del dormitorio y baj