Para el momento en que la caravana llegó a Shangri-La, Kathleen ya había estado esperando allí durante mucho tiempo.

Ella estaba acompañada por Jarvis, quien llevaba en sus manos dos cajas enormes que contenían los materiales medicinales que Kathleen había preparado para Charlie.

Tan pronto Charlie salió del coche, Kathleen se adelantó y estaba a punto de hablar cuando vio a Rosalie salir del otro lado del coche. Ella no pudo evitar sentirse un poco sorprendida.

Inmediatamente después, Isaac y Albert se bajaron del coche de atrás. Kathleen estaba aún más perpleja. Ella conocía a estos dos hombres y los había conocido en la Colina Aurous, pero no esperaba que Charlie les pidiera que vinieran a Estados Unidos.

Sin embargo, rápidamente recuperó sus sentidos y le dijo respetuosamente a Charlie: “Señor Wade, todo lo que quiere está listo”.

Dicho eso, ella señaló la caja en la mano de Jarvis y dijo: “Tenía miedo de que no tuviera suficiente, así que preparé una porción extra según