Cuando el joven vio a Hugo, sacó con cautela el teléfono celular del bolsillo, se fijó en una foto y la revisó minuciosamente. Tras cerciorarse de que se trataba de Hugo, se dio cuenta de que lo acompañaba otro oskiano. Entonces, el joven señaló a Charlie y preguntó con recelo: "¿Quién es esta persona? ¿Está contigo?".

Hugo respondió con una sonrisa: "Este joven se llama Charlie Wade y es un compatriota que conocí en el avión. Nuestros asientos estaban uno al lado del otro. Está huyendo porque debe dinero en Oskia. Tampoco sabe qué hacer en México. Quiso intentarlo cuando se enteró de que vine a trabajar como marinero. Pero no sé si seguimos reclutando gente aquí".

Charlie, a un lado, se apresuró a decir: "Puedo soportar las dificultades, y puedo con todo el trabajo duro y agotador".

El joven no pudo evitar fruncir el ceño antes de decir: "Esperen un momento. Primero llamaré al líder y le preguntaré".

Dicho esto, sacó su teléfono celular y se alejó un buen trecho. Después de asegur