Después de que Kathleen envolviera su figura en una bata de baño, salió del baño y llamó a Sherry. “Sherry, ven un rato a mi habitación”.
Sherry respondió respetuosamente: “Por favor, espere un momento, Señorita. Estaré allí pronto”.
Momentos después, Kathleen escuchó el sonido del timbre.
Se puso de pie y abrió la puerta de la habitación.
Tan pronto entró Sherry, preguntó respetuosamente: “Señorita, ya que me pidió que viniera, ¿cuáles son tus instrucciones para mí?”.
Kathleen ya no parecía nerviosa ni preocupada. Simplemente hizo que Sherry se sentara en el sofá y se tomó su tiempo para preguntarle: “Sherry, ¿cómo te fue hoy con Claire Wilson?”.
Sherry dijo: “El contrato ha sido firmado. La Señora Wilson insistió en no cobrar la tarifa de diseñador. Quiso transferir los cinco millones de dólares de la tarifa de diseñador a los costos de decoración. Ella dijo que si nos negamos, no tomará esta oferta. Accedí porque no pude convencerla de lo contrario”.
Kathleen no podía evitar