Stephen ya había salido de la parte delantera del coche y se acercó a la puerta de éste por donde estaba Charlie. Entonces él tomó la iniciativa de abrir la puerta del coche y dijo respetuosamente: “Joven Amo Charlie, estamos aquí”.
Charlie asintió gentilmente.
Aún no tenía prisa por salir del coche. En cambio, le dijo a Quinn, quien estaba al lado: “Nana, gracias por tomarte la molestia de acompañarme hasta aquí”.
Quinn sonrió dulcemente y dijo: “Hermano Charlie, ¿por qué sigues siendo tan cordial conmigo?”.
Charlie asintió y dijo: “En ese caso, bajaré primero. No tienes que venir a recogerme esta noche. Le pediré al Señor Thompson que me lleve de regreso después de que termine aquí”.
“Está bien”. Quinn dijo apresuradamente: “Te esperaré en casa, entonces”.
Charlie asintió antes de salir del Rolls-Royce.
En este momento, Felix ya estaba muriendo de ira.
Bajó la voz y se quejó con su padre, Clayton, quien estaba a su lado: “¡No sé por qué este Charlie se da tantos aires! El Ab