En el momento en que Zakir anunció el destino de Helen y de Sophie, todos los demás finalmente dejaron escapar un suspiro de alivio.
¡Ahora estaban completamente a salvo!
Sin embargo, Sophie cayó en un estado de extrema desesperación. Ella no entendía por qué Zakir elegiría a su madre y a ella misma entre más de cien personas aquí.
Pero pensándolo bien, ella no podía evitar pensar: ‘No estoy tratando de presumir, pero si él considera a todas las personas aquí en términos de apariencia y belleza, Mamá y yo somos de hecho las más destacadas entre todos…’.
‘Este Zakir no solo parece duro, sino que también es un poco lascivo. Es razonable que nos elija a mamá y a mí entre tanta gente...'.
‘Sin embargo, no sé si tiene otras intenciones maliciosas además de querer que seamos sus rehenes...'.
En este punto, ella miró algo nerviosa a su madre.
Encontrándose con la mirada de su hija, Helen le dio unas suaves palmaditas en la mano y le susurró reconfortante: "Sophie, no te preocupes, esta