‘¡Quiere cinco millones! Si realmente lo dice en serio, ¡tendré que trabajar como chica de bar durante al menos 10 años sin salario! ¡Preferiría morir!’.

Como Xavia no le dio ninguna respuesta, Charlie dijo con voz fría: “Como no estás de acuerdo con mis términos, voy a aumentar directamente el precio a diez millones. Jayden y Albert te vigilarán, y nadie podrá sacarte de allí, ¡ni siquiera el mismo Dios si no te ganas los diez millones! ¡Tienes tres segundos para considerarlo!”.

Dicho eso, Charlie comenzó directamente la cuenta atrás.

“Tres... Dos...”.

Justo cuando Charlie estaba a punto de contar hasta uno, Xavia lloró y dijo, ya no atreviéndose a negociar: “De acuerdo, Señor Wade. Acepto sus términos...”.

Después de decir eso, ella se lamentó en desesperación al pensar en su destino de convertirse en una de las chicas a las que ella obligaba a entrar en los clubes nocturnos.

En ese momento, Charlie se volvió hacia Hebron y dijo con una leve sonrisa: “Señor Lawry, he hecho los