Hannah gritó desesperada: “¡¿Quién es usted para expulsarme?! ¡¿Por qué no me paga mi salario?!”.
No importa cuán fuerte gritara, nadie la compadecía ni simpatizaba con ella.
Cuando estaban a punto de sacar a rastras a Hannah del supermercado, el gerente les dijo a Charlie y Jacob disculpándose: “Permítanme ofrecerles mis más sinceras disculpas a los dos. Fue mi culpa contratar a una candidata inadecuada para trabajar aquí”.
Jacob asintió, luego dijo: “No fue tu culpa. No obstante, tú eres responsable de este incidente, ¡ya que no contrataste a la trabajadora adecuada!”.
Jacob luego suspiró y dijo melancólicamente: “Tienes poco juicio”.
El gerente asintió avergonzado: “Su crítica es correcta. ¡Aprenderé de mis errores!”.
Jacob le dio una palmada en el hombro y dijo con orgullo: “¡Aún necesitas más experiencia!”.
“¡Sí!”. El gerente asintió repetidamente con la cabeza. Luego, hizo llamó con la mano a una cajera que acababa de terminar su comida y estaba a punto de comenzar su turn