Isaac estaba siguiendo de cerca a Carmen con una actitud muy respetuosa.
Cuando Charlie todavía estaba a pocos metros de ella, Carmen sonrió y dijo: “¡Oh, Charlie! Hace tantos años que no te veo. ¡Has crecido para convertirte en un jovencito decente ahora!”.
Charlie miró a Carmen y pudo recordar algunos restos de los recuerdos que tenía de su infancia al mirar su rostro.
Así que Charlie se rio ligeramente antes de decir: “Pronto tendré veintisiete años. ¡Ya no soy un jovencito!”.
Carmen tenía una mirada muy cariñosa y afectuosa mientras sonreía y decía: “¡Oh! ¡Te pareces mucho a tu padre! ¡De tal palo tal astilla!”.
Charlie asintió antes de sonreír y dijo: “Tía, parece que no has cambiado mucho de cómo eras en el pasado”.
Carmen se rio antes de decir: “Ya han pasado más de diez a veinte años en un abrir y cerrar de ojos. Estoy a punto de cumplir cincuenta años pronto, así que ¿cómo es posible que siga teniendo el mismo aspecto que antes?”.
En ese momento, Isaac ya había sacado c