Mientras tanto, Charlie estaba abajo en la oficina de Claire, esperando para recogerla y volver a casa.
Fue entonces cuando Matilda lo llamó. En cuanto contestó, le preguntó: “Charlie, ¿sabes cómo está Jacob? No ha contestado ninguno de mis mensajes… ¿va a estar bien?”.
“No lo sé”, respondió Charlie. “Él y Elaine están de viaje en Dubái… ¿Qué sucede?”.
“Renunció”. Matilda suspiró. “Solo vi el comunicado público que la Asociación de Caligrafía y Pintura publicó esta tarde. Dice que él mismo presentó la renuncia, pero no se siente de esa manera. Me pregunto si tendrá problemas con otros miembros de la asociación…”.
Charlie se sorprendió al enterarse que Jacob había renunciado.
Le había pedido a Zachary que revelara la verdad del caso de fraude de la escultura de bronce para que Jacob comprendiera el verdadero significado del dolor.
Sin embargo, esperaba que el Señor Bay al menos mantendría a Jacob con un trabajo sin importancia, incluso si Jacob perdía dinero y pasaba vergüenza. Al