Saúl llegó al lugar que iba con tanta prisa, bajo de su coche y se dirigió hacia dentro, paso por toda la gente que ahí se encontraba sin siquiera saludar, hasta llegar a una oficina escondida en dónde se encontraba una mujer un poco mayor que él.
La mujer vio entrar a Saúl y de inmediato salió a su encuentro.
-Saúl, has estado tan ocupado, que se te a olvidado pasar a visitarme, ya comenzaba a extrañar tu compañía y platicas de negocios y placer claro -le dijo la mujer como si se le estuviera ofreciendo.
-Dicha mujer se le acercó demasiado a Saúl insinuando le sus pechos.
Anteriormente a Saúl le gustaba mucho el cuerpo de aquella mujer e incluso había hecho cosas malas por el.
Saúl golpeo con fuerza la mejilla de la mujer y la miro con despreció. -¡Tu cuerpo ya no me interesa! -le dijo en voz alta.
La mujer estaba confundida, no sabía porque Saúl la había golpeado y estaba siendo tan grosero.
La mujer pregunto con enojo.
-¿Que te sucede maldito loco? ¿Porque me golpeas?
Saú