Los dos estaban esperando su comida, cuando escucharon una voz varonil peculiar. Los dos supieron que esa voz era del hombre encimoso que últimamente acompañaba a Julia a todas partes.
Dicho hombre tenía su cabello castaño oscuro, corto perfectamente peinado de lado, estaba vestido casual, pero eso no impedía que se siguiera viendo, importante y educado.
Quien no conociera a aquella persona, sentiría que se está perdiendo de mucho al no conocerlo e interactuar con él. El realmente se veía bien.
Tal hombre al observar a Julia y John, puso una cara de pocos amigos y se quedó estático por un momento.
-¿Qué sucede? ¿Por qué no sigues caminando hasta la mesa? -una mujer con voz suave le preguntaba a aquel hombre.
-Disculpa, he cambiado de opinión, ya no me quiero sentar ahí. -menciono intentando sonar tranquilo mientras no dejaba de observar a Julia y a John.
-Bueno, entonces nos podemos sentar donde sea, de aquel lado hay más mesas solas y podemos estar más cómodos -la mujer que lo