Amaia Domínguez García
Guadalajara, Jalisco, México
– ¿Ahhh, sí? No me digas, Amaia – Axel se reía de mí – Dime, solo por saber ¿Qué le vas a decir a Mauricio?, no creo que le digas lo que está pasando entre nosotros porque quedarás mal tú, cosita bella.
–Le diré todo y no le tengo miedo y si bien que me conoces, no sé porque lo dudas, sabes de lo que soy capaz – Me volví a soltar de él pegándole en las manos – No me vas a hacer como a ti se te dé la gana, por eso tienes problemas con tu esposa, por eso no te aguantas ni solo, eres un tipo calculador, frío y culero.
–Y tú eres, una insolente, rebelde, berrinchuda, clasista y grosera. Me tienes harto y me he propuesto que, mientras seas mi mujer, te callas, te educas y te comportas ¿Tienes alguna duda? – Me habló peor que nunca en mi vida – No quiero que vuelvas a hablar, mientras llegamos con mi cliente ¿Te ha quedado claro? Cierras la boca y así te quiero, calladita.
–No y no, no me quedaré callada mientras me maltratas – Chillé hist