Quizás no era del todo ético lo que estaba haciendo, pues según las reglas de la empresa a Megan no le correspondía el generoso bono que estaba recibiendo, pero Albert sabía que ella merecía y necesitaba el bono que daba la empresa por hijos, solo que ella no podía cobrarlo mientras mantuviera a April en secreto.
Albert había pensado en diferentes formas de retribuirle el bono por hijos a Megan, sin que ella pensara mal y eso fue lo único que se le ocurrió, aunque rompía las reglas, eso a él no le importaba, porque sentía que era lo correcto.
— Lo siento, hoy no puedo ir a verte. — Avisó Albert mientras hablaba por teléfono.
— ¿Qué?, ¿por qué?, tenemos varios días sin vernos. — La voz de Rosalyn al otro lado de la línea sonaba con cierto tono de molestia.
— Ya te lo dije, tengo un asunto importante que atender. — Intentó explicar Albert, sintiéndose en el fondo algo culpable.
— ¿Más importante que yo? Albert, se supone que estamos saliendo y casi nunca puedo verte, esto me parece