Nicolás Harrison
— Quieres meterte a la laguna conmigo?— le pregunté ella parecía dudosa pero antes siquiera de que pudieras responder me comencé a quitarme el saco la corbata y ella decidió acompañarme pude ver cómo quitaba que el vestido dejándome ver ese hermoso y delicioso cuerpo que me llamaba y me incitaba a probarlo.
Aclaré mi garganta y respiré profundo tratando de controlarme.
Creo que nunca antes una mujer me había provocado tanto como lo estaba haciendo en este momento Valentina.
Y es que esta mujer creo que no tenía ni siquiera la dimensión de notar el voluptuoso cuerpo que tenía una pequeña cintura unas grandes caderas unos glúteos fuertes y grandes, sus senos eran justo como me gustaban grandes pero no tanto, y eso que aún no mencionaba su belleza, esos hermosos ojos azules que resaltaban aún más por su piel blanca su cabello negro y largo sedoso.
Valentina era una mujer tan hermosa.
Alguna vez llegué a imaginarme cómo sería mi compañera de vida y cuando la imaginé