183. CONQUISTANDO OTRO MUNDO
AIDAN
Esa tarde, como se había vuelto una costumbre, nos reunimos los machos en la biblioteca.
En vez de estar rodeado de testosterona, prefería estar con mi hembra recién marcada.
Parece que las ansias se me notaban.
—¡Cachorro, nadie te la va a raptar del castillo! ¡Relájate, hombre! —mi padre me da una sonora palmada en el hombro.
Lo miro sin responderle.
Precisamente él diciéndome eso.
Él, que no se puede pasar ni media hora sin toquetear a mi madre.
—Todavía no puedo creerme que lo obtuvieses tan fácil. Chico suertudo.
Aldric bufó dándole un sorbo a su bebida y sentado en uno de los sillones.
Aunque aún intentan probarme en todo momento, al menos siento que han ido bajando la guardia.
Sobre todo mi suegro.
No dice nada, sentado cerca de la ventana, pero tampoco me está dando esa mirada tenebrosa todo el tiempo.
—¿De qué hablan exactamente? ¿Qué es eso de marcar el corazón?
La voz curiosa de Drakkar pregunta.
Ese tipo en serio es un caso aparte.
Algo me dice que la seductora ahí