054. PLANES FALLIDOS
VALERIA
Empujé la puerta de madera que casi se caía de las bizarras y emitió un sonido chirriante.
Adentro, el olor a moho, madera podrida y descomposición, abofetearon mi nariz, mis ojos ajustándose a tanta oscuridad.
Miré a mi lado unos restos de leños de algún marco de puerta y tomé uno entre mis manos temblorosas, jugando a la heroína, una vez más.
Esto que hacía era demasiado peligroso y poco inteligente, lo sabía, pero no podía dejar que se lo llevaran justo frente a mis ojos, no podía perder a otro cachorro o no me lo perdonaría.
Paso a paso me interné en lo que parecía el recibidor y luego el salón, pendiente al suelo, donde las tablas se levantaron en algunos sitios, dejando oscuros y profundos agujeros que no se les veía el fondo.
— ¡Srta. Valeria! – la voz llorosa de Edward me llamó desde arriba y subí la cabeza enseguida para verlo en lo alto de las escaleras, entre las sombras y los rayos de luna que se filtraban por el techo medio destruido.
El hombre lo sujetaba por det