Mundo ficciónIniciar sesiónCapítulo 5: Despierta el Poder.
Punto de vista de Maya
"Maya, concéntrate en lo que haces", la voz de Selena atravesó la neblina de mi mente.
Intenté centrarme, pero sentía cada nervio en llamas. Me temblaban las manos mientras el poder me recorría el cuerpo; era crudo y salvaje.
"No sé cómo controlarlo, Selena. Esto es demasiado para mí".
Selena me puso una mano firme en el hombro. "Puedes. Solo tienes que encontrar el equilibrio interior".
Tragué saliva con dificultad; el peso de sus palabras me resultaba casi irrisorio dado el caos que corría por mis venas. Desde la transformación, todo se ve diferente, más nítido e intenso.
Podía sentir el latido del bosque, el susurro del viento. Sobre todo, bullía en mi interior una rabia feroz y desenfrenada.
“No se trata solo de equilibrio, Selena; hay más que eso”, dije, apretando los puños. “Es la ira lo que importa y la necesidad de venganza…”.
Selena asintió con complicidad. “Asher te lastimó, ¿verdad? Entonces nadie te culparía por sentirte así”.
Oír el nombre de Asher hizo que mi ira se encendiera como una llama rociada con gasolina. Me había traicionado y me había dejado destrozada por el dolor, pero este poder y esta fuerza me habían hecho sentir que finalmente podía contraatacar y tomar el control.
“Si me enfrento a él”, dije, casi para mí misma, “no estoy segura de poder contenerme”.
La mirada de Selena se suavizó, pero su voz se mantuvo firme. “Si estás lista para tomar al toro por los cuernos, debes saber que la venganza tiene un precio, Maya. Tienes que decidir si estás dispuesta a pagarlo”.
Miré hacia el denso bosque. Había estado entrenando a diario, poniendo a prueba los límites de esta nueva fuerza. Pero algo parecía diferente cada vez, una voz oscura en el fondo de mi mente me impulsaba a ir más allá, a liberarlo todo. Me asustaba, pero era emocionante de una forma que nunca antes había experimentado.
"Entonces dime por qué sigo sintiendo tensión en el aire", murmuré, mirándola. "Es algo más que yo, ¿verdad? Algo está sucediendo, algo... más grande".
Selena dudó antes de responder. "La manada de Asher ha tenido conflictos con los renegados de Victor Nightshade durante años. Es un equilibrio delicado, uno que podría desmoronarse en cualquier momento".
Me volví hacia ella, sintiendo el peso de sus palabras. "Victor... ¿es a él a quien teme la manada de Asher?"
Selena asintió. "Y es peligroso, Maya. Despiadado. No se detendrá hasta conseguir lo que quiere".
"¿Pero qué quiere?" “Quiere poder y control”, respondió ella, entrecerrando los ojos. “Te ha estado observando, Maya. Desde tu transformación, no eres una loba común y corriente. Te has convertido en algo… excepcional, y eso es precisamente lo que anhela”.
Me estremecí al sentir el peso de su mirada, así que mi transformación fue más que un cambio personal: era una pieza de un rompecabezas mucho mayor, uno del que no estaba segura de querer formar parte.
“¿Qué significa eso para mí?”, pregunté, con la voz apenas por encima de un susurro.
“Significa que eres una amenaza para él. Para todos, en realidad”, dijo Selena. “Y eso te hace valiosa. Tienes poder, Maya, y ahora todas las manadas te observan, esperando a ver qué haces con él”.
Una mezcla de miedo y emoción me recorrió el cuerpo. Ya no era solo Maya. Era algo más, algo peligroso.
Mi mente hervía y se agitaba en ira como un león listo para devorar, pero la pregunta persistía: ¿en quién podía confiar en un mundo lleno de enemigos?
"Esta es una batalla del destino y no quiero ser el peón de nadie", murmuré. "Quiero luchar por mí mismo".
Selena me dedicó una leve sonrisa. "Por eso estoy aquí, Maya. Para ayudarte. Pero este camino que recorres... es uno de los pocos que sobreviven. ¿Estás dispuesta a afrontar los riesgos?"
Respiré hondo, sintiendo el peso de sus palabras. Los riesgos eran reales, pero también lo era la fuerza que sentía dentro de mí. Por primera vez, sentí una extraña libertad, una liberación del pasado que me había encadenado.
"Enséñame todo", dije con voz firme.
Selena asintió con aprobación. "Entonces, comencemos".
El entrenamiento fue agotador y cada sesión se volvió más intensa que la anterior. Selena me llevó al límite, poniendo a prueba mis límites, rompiendo cada pizca de debilidad. Pero cada vez que sentía que estaba a punto de desmoronarme, la ira interior me impulsaba a seguir adelante.
"¿Lo sientes?", me preguntó Selena una noche cuando estaba muy cansada, desplomándome y empapada en sudor.
"Sí, puedo", jadeé. "Es como... si fuera más fuerte y mejor que ayer. Pero es más que solo fuerza, es rabia".
Selena se aplastó a mi lado, con la mirada fija. "Esa rabia es lo que te impulsará. Pero tienes que controlarla o te consumirá. El poder sin control es un arma dirigida contra ti misma".
"Entonces serás imparable", dijo con un toque de orgullo en la voz. "Pero recuerda, Maya: el poder atrae enemigos". No puedes confiar en todos los que te rodean.
Con el paso de los días, empecé a comprender lo que quería decir. Podía sentir el cambio en el bosque, los tensos susurros entre los miembros de la manada.
Era como si estuvieran esperando algo, quizás una guerra en la que yo, de alguna manera, estuviera en el centro.
Una noche, mientras caminábamos por el bosque, me volví hacia Selena, incapaz de quitarme de encima la sensación que me corroía. "¿Por qué decidiste ayudarme? Podrías haberme dejado resolver esto sola".
"No sabes que has salvado a una manada al salvarte a ti misma". Hizo una pausa, mirándome con una expresión que no pude descifrar. "Porque, Maya, creo que eres quien puede poner fin a esta guerra. Tienes un don, un poder que podría cambiarlo todo".
Un escalofrío me recorrió la espalda. "¿Pero y si no quiero esto? ¿Y si solo quiero una vida normal?".
Selena suspiró. "Entonces tendrás que luchar por ello. Porque una vez que estés marcada, no hay vuelta atrás. Las manadas, Victor, incluso Asher, todos vendrán por ti".
Mi corazón latía con fuerza, el miedo y la determinación luchaban en mi interior. No había elegido este camino, pero parecía que el destino tenía sus planes.
Mi mente aún reflexiona sobre preguntas que persisten en mis pensamientos, atormentándome como una sombra oscura.
¿Estaba lista para luchar y enfrentar la verdad? ¿Y quién estaría a mi lado cuando la guerra finalmente comenzara?







