Ayunda disfrutaba mucho de su vida con su único hijo. Todas las tardes pasaban tiempo en el parque de la ciudad jugando con bicicletas.

Ayunda estaba ocupada con su negocio de catering, ya que era su única fuente de ingresos para mantenerla a ella y a su hijo. Sin embargo, Ayunda siempre se aseguraba de pasar tiempo de calidad con su hijo. Aunque fuera de una manera sencilla, como dar un paseo por la tarde al parque de la ciudad que estaba cerca de casa.

"¡No te alejes mucho, cariño!", le gritó Ayunda a su hijo, que estaba disfrutando de su bicicleta.

Mientras observaba a Richie montar en bicicleta, la atención de Ayunda se desvió repentinamente hacia un edificio que acababa de terminar su construcción y aún estaba cerrado. La gente de los alrededores decía que el edificio era un nuevo hospital que había sido construido por un joven empresario de Yakarta.

"¡Mamá, vamos allá!", gritó Richie, logrando llamar la atención de Ayunda del edificio que había estado mirando desde hacía un