Mahardika frunció el ceño. Completo con sus puños tan fuertes. Gruñendo para contener la ira. Viendo a Keenan tratando de acercarse a Pramita.
"Keenan", siseó reprimido.
"¿Qué más está planeando ese bastardo? Pramita no debe caer en la trampa de Keenan, cariño. Sabemos lo malvado que es ese hombre. Incluso tu hermano se siente muy arrepentido de haber confiado en Keenan y haberlo convertido en un amigo", comentó Mahardika.
"Haz algo, hermano. No permitas que ese hombre gane de nuevo. No debe tener éxito en su misión", pidió Ayunda con una expresión de preocupación que era claramente visible en su rostro.
"Tranquila, cariño. Tu hermano y el tío Rexy no permitirán que Keenan tenga éxito con su plan".
Mahardika inmediatamente sacó una herramienta especial del bolsillo de sus pantalones. Una herramienta que está conectada con las personas que deliberadamente dispersó en el lugar del evento. Para que puedan permanecer en estado de alerta.
Hasta que, momentos después, desde el lugar donde M