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Ayunda empezó a abrir los ojos despacio.

No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente esa hermosa mujer. Lo único seguro es que ahora le dolía mucho la cabeza.

Ehm.

Se escuchó un pequeño gemido entre los labios de Ayunda, lo que hizo que Mahardika, que desde hacía rato esperaba a su esposa con paciencia, se sintiera muy feliz.

"Mi amor, ¿ya te despertaste?"

El bonito rostro de su esposo fue la primera imagen que vio Ayunda cuando la hermosa mujer acabó de abrir los ojos.

"Mahar, hermano," dijo Ayunda en voz baja.

"Sí, mi amor, soy yo. ¿Qué te sientes ahora?"

preguntó Mahardika con mucha preocupación y también alegría.

Ni siquiera Mahardika mismo podía describir cómo se sentía en ese momento. Después de escuchar la explicación del médico antes. Sobre el estado de su esposa. Pero lo único seguro es que se sentía muy feliz a pesar de la preocupación por la condición de su esposa.

"Me duele mucho la cabeza, hermano. ¿Qué le pasó realmente a mí?" preguntó Ayunda a su esposo.

"Te desmay
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