David presionó la pantalla del teléfono y apareció una foto de Santiago durmiendo con el pelo totalmente despeinado en sus años universitarios, lo que hizo reír a Julia.
—¿Todavía conservas esa foto? En aquella época, tuve que comprarte comida durante una semana entera para que fotografiaras a Santiago dormido.
En sus años universitarios, Julia siempre le pedía a David, compañero de habitación de Santiago, que la ayudara a conocer más sobre él.
No importaba si tenía que comprarle agua, comida o hacer recados; cualquier cosa valía si podía obtener información sobre Santiago.
Por eso después de casarse con los Rivera, Julia siempre sabía cómo complacer a Santiago: había hecho su investigación con anticipación.
—Estas fotos son únicas, por supuesto que las guardé. También tengo otra donde está babeando mientras duerme.
David se la mostró y, aunque la calidad no era muy buena, se podía ver claramente el contenido.
Julia se rió con más ganas. El tiempo había pasado tan rápido; en un abrir y