—Pensé que nunca saldrías de la habitación. Éste volteo a verla.
Después de que Alessio salió del baño encontró a Lía dormida. Así que optó por bajar al gimnasio y luego terminó en el jardín revisando su ordenador.
—La verdad es que me lo pensé mucho, ya que no tengo nada que ponerme. Señala su ropa. — ¿Dónde rayos está mi ropa?
—La mandé a quemar. Se ríe a carcajadas mientras ciertos mechones se escapan de su coleta.
—¡¿Qué hiciste que?! Vocifero enojada.
—Tranquila, ya mandé a traer más ropa para ti. Ya deben de