Nunca antes se había vuelto tan desesperante estar en una sala de espera y mucho más cuando estaba esperando noticias sobre su pequeño hermanito, ella mucho lo cuidaba y evitaba qué cosas malas le pasaran, lamentablemente algo así era inevitable y se debía a alguna razón.
Todavía seguía esperando noticias sobre su hermano Mario. Estaba muy preocupada por su salud y no quería pensar en algo terrible. Pero la imaginación y el miedo de la mano, no era una buena combinación. Así que ya estaban demasiadas cosas en su cabeza. Se tapó la cara y sollozó, inquieta. ¿Qué rayos estaba pasando?
—Oye, todo va a estar bien.
Le había dicho Maximiliano quién al percatarse de la escena no tardó ni un momento en subirlo al auto e ir directo al hospital. Y aunque al poco tiempo había Mario recuperado la memoria, ahora lo estaban atendiendo por la fiebre.
—Sé que es completamente normal que algo así pase, sin embargo no es fácil dejar de preocuparme, él lo es todo para mí.
—Puedo darme cuenta de lo i