El enfrentamiento definitivo
Fernando respiraba profundamente mientras sostenía su celular recién recuperado, intentando mantener la calma ante la tormenta de emociones que lo atravesaba. Melisa permanecía a su lado, con el ceño fruncido, mientras Thiago, sentado frente a ellos, parecía más molesto que arrepentido.
—¿Sabes qué? —soltó Thiago, rompiendo el silencio con voz desafiante—. No aguanto más a Javier. Siempre me está encima, exigiéndome que estudie, que trabaje. ¡Como si yo no pudiera hacer mi vida a mi manera!
Melisa lo miró con incredulidad, pero Thiago no se detuvo.
—Fernando siempre fue diferente. Él nunca me trató así, nunca me mandó a ganarme la vida como hace Javier. ¡Siempre quiere que sea perfecto!
—Javier lo hace porque quiere lo mejor para ti —intervino Melisa, con un tono firme y cansado a la vez—. No te exige porque no te quiera, Thiago. Te exige porque sabe que no puedes vivir de la comodidad para siempre.
Thiago resopló, pero antes de que pudiera responder, Fern