Capítulo 23v
Una noche de revelaciones
—Perdón por lo del beso de antes —murmuro mientras se revolvía el cabello con nerviosismo, buscando alguna manera de romper la tensión. Me sentía vulnerable, expuesto. Flor me miraba con una mezcla de arrepentimiento y algo que no lograba descifrar del todo.
—Fue… cosa de Manuel, creo.
Mi primera reacción fue una sonrisa. No de burla, sino de agradecimiento. Ese beso, aunque inesperado, había sido un bálsamo para mi alma. No tenía palabras para expresar lo que sentía. Quizá no las necesitaba. Su mirada ya lo decía todo. Entre nosotros había algo, algo que crecía en silencio, una conexión que ninguno se atrevía a nombrar.
Por un momento pensé que el día finalmente nos daría un respiro, pero entonces ocurrió lo inevitable. Rosa llegó a la casa. Con su entrada, la calma que habíamos conseguido se desmoronó como un castillo de naipes.
—Te traje un té frío —le dije mientras dejaba la taza frente a ella en la sala. Había preparado café para Flor y para