LUZ:
Abro lentamente los ojos al escuchar varias voces a mí alrededor.
-Ha regresado la maldita.
-Debieron de matarla, no puede seguir viviendo.
Y más murmullos se escucha, mientras voy recobrando los sentidos y adaptando mi vista.
-Está despertando... Que miedo...
Me siento aún sintiendo leves mareos y me encuentro con todos los aldeanos mirándome con odio, miedo, asco y mucho más.
Todos miran detrás de mí e inclinan la cabeza.
Me volteo y me encuentro la gran jefe caminando hacia mí.
Lo miro con odio y él me mira con una pequeña sonrisa de victoria.
-Aldeanos, aquí está la mujer maldita a pesar de que le di mi benevolencia y la dejé ir... volvió para hacernos daños ¿Cómo quieren que la castiguen?
-Decapítenla. Escucho varias voces y todos se unen a que me decapiten.
Esta gente sí que están locos... Estamos en el siglo veintiuno, eso ya no se usa. Ruedo los ojos en mi mente.
-Bien, al rayar el alba su gran jefe cumplirá sus deseos.
Todos se inclinan haciéndole una reverencia y se van