Esa misma noche, Milka ya no podía más con los malestares, vomitaba mientras dos pruebas de embarazo positivo descansaban sobre el lavabo
-Milka ¿Estás bien? La voz preocupada de Rafael interrumpió el lugar.
Milka bajó los desechos e intentó salir, pero un mareo hizo que se sentara nuevamente, haciendo bastante ruido.
Rafael al escuchar el ruido corrió hacia el baño, hace unos días observa a Milka que no está bien, y que no haya salido hoy durante el día, le ha preocupado bastante.
La puerta está un poco abierta, así que entra inmediatamente, encontrándose a Milka en el suelo, media desmayada.
-Milka, Milka, ¿Te encuentras bien? Habla Rafael asustado mientras la levanta y la lleva a la cama.
-Rafael... Habla Milka en un susurro
-Estoy aquí, ya te llevaré al hospital.
-No... No estoy... Enferma... Ra-fa-él...
-Milka sé que eres fuerte, pero...
Ella lo corta diciendo algo que lo deja perplejo.
-Estoy embarazada.
Rafael queda en silencio mientras la observa sin decir nada.
Ella suspira