“Incluso los milagros pueden tomar algo de tiempo”.
“Hada madrina. Cenicienta.”
segunda parte
El desayuno, después del penoso principio se desarrolló con tranquilidad entre los comentarios graciosos de Sean y las constantes historias de Abba, no hay quien se aburra, claro, que el ogro y su mal humor no colaboran con el buen ambiente. Junto con Audrey recogimos y dejamos la cocina como una tacita de porcelana. Y tal y como dijo antes del desayuno no hay mucho que hacer en la casa. Así que me retiro a la habitación para comprobar mi teléfono. Como esperaba esta que revienta de mensajes de Leny y Amelia, y unos cuantos de escritores aficionados que esperan una respuesta, esos se los reenvío a Amelia antes de revisar los de ellas. El teléfono personal ni siquiera me molesto en encender