"Está claro que alguien se encargó de dejar todo reluciente." comentó Justin, y todos asentimos. Ya lo habíamos notado.

"Seguramente estuvieron limpiando toda la noche y luego ventilaron la casa." añadió Josephine, reconociendo lo meticuloso que fueron.

"Entonces lo único que nos queda es rezar por que la empleada despierte." dijo Noah, y caí en cuenta de que teníamos que asegurarnos de que estuviera protegida las veinticuatro horas al día. Si esta gente podía limpiar así de bien, también podían matarla aun estando en el hospital.

"¡Tienes razón!" dije, sintiendo la urgencia en mi voz.

"Hay que mandar hombres de Lucland al hospital para que la cuiden. De hecho, deberíamos quedarnos con ella hasta que lleguen. Si esta gente está borrando todas las evidencias, ella es el único cabo suelto. Aunque la empleada no haya visto sus caras, pudo haber hablado con ellos o escuchado algo antes de que la atacaran." dije.

Justin me miró con los ojos bien abiertos, entendiendo al instante la gravedad