"Estábamos participando de una cena y su aroma me empezó a volver literal loco. Me quedé como en otro mundo, no podía controlar mi cuerpo, y tampoco a mi lobo. La conexión fue tan fuerte que era casi imposible resistirse." contó el tío Leo, y yo asentí porque ya conocía esa parte del vínculo.
"¿Qué pasaría si tú sintieras el vínculo, pero Amanda no, porque todavía no tiene la edad para eso?" Le pregunté, con un todo curioso.
Se quedo mirándome, como si necesitara procesar bien la pregunta.
No dejó de mirarme hasta que pareció que algo cuadro en su mente y se le abrieron los ojos.
"¿Por eso estás tan empeñado en encontrar a Sophia?" supuso, creyendo que hablaba de ella. Rápidamente le dije que no, lo cual solo lo confundió más.
"Bueno, pasa muy rara vez, pero ha ocurrido. Puede que la persona esté cerca de la edad para el vínculo, pero la conexión no es tan intensa como lo sería si ya estuviera lista. Ese aroma solo te hace saber que es ella, que está por despertar. Cuando llegue a esa