Me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y llevaba una cajita en las manos, caminó hacia mí, me tocó la mano y la apretó suavemente. Entonces, mire la cajita.
"Tamia," Comenzó, pero tragó saliva, estaba tratando de no llorar. Hasta que finalmente, logro decirme, "Te ves tan linda y hermosa."
Le agradecí por el cumplido con una sonrisa.
"Llegue a dudar de ti en el pasado. Desconfié de tus intenciones y te enfrenté, pero nunca, ni en mis sueños más locos pensé que estaríamos aquí. Aun así, me alegra que te quedaras y que no dejaras que mis berrinches te hicieran huir. Estoy agradecida de que no pusieras una barrera entre mi hijo y yo, en cambio, mejoraste nuestra relación.
Mi hogar estaba hecho pedazos, hasta que tú llegaste y lo arreglaste, trayendo luz a nuestra vida. Nunca he visto a Sylvester tan feliz y quiero agradecerte por eso." Me dijo con una sonrisa, aunque tenía los ojos llorosos, y me iba a hacer llorar.
"Anhelo que sepas que siempre estaré