Entré a la hacienda con Tamia y fuimos a nuestra habitación.
Al llegar, la observé quitarse la ropa y pude ver el arma que nos salvó, ya que sobresalía un poco de su pequeño bolsillo. Me sentí aliviado y agradecido de que se lo hubiera ocurrido llevar eso a Gad, nos salvó de una guerra e hizo que pudiéramos atrapar a Larry, sin salir heridos.
"¿De dónde sacaste eso?" Le pregunté con curiosidad. Estaba esperando a que Bryce me avisara que estaban listos para ir a Lucland.
"Cuando era Luna, iba a misiones de espionaje. Eso nos ayudaba a Leo y a mí a analizar nuestras próximas conquistas. Los dardos están empapados en un cóctel especial, perfecto para dejar inmóviles a las víctimas apenas entra en contacto con su torrente sanguíneo. La persona cae fría y no se puede mover hasta que el efecto del veneno desaparezca. Siempre apunto al cuello, directo a la vena, para asegurarme de que el veneno surta efecto al instante, haciendo que la persona se desmaye." Explicó con ligereza, haciéndome so