Sylvester salió del vestidor sonriendo, era bastante obvio que había escuchado lo que su madre dijo.
Iba vestido con su atuendo oficial. Su uniforme de rango y algunos adornos que lo hacían lucir exquisito. Llevaba el cabello recogido en una cola de caballo, supuse que Marcel y Theodore estarían vestidos de la misma forma.
Estaba arreglándose los botones de las muñecas de su camisa blanca bajo el traje oficial.
"Veo que ustedes dos son un equipo." Comentó y me besó la punta de la nariz. Me reí y él también.
"Te ves hermosísima, ojitos verdes." Me halagó y le sonreí.
"Y tú te ves guapísimo, Lord Volkov." Respondí, así nos reímos el uno del otro.
"No puedo esperar a que termine la fiesta para quitarte la ropa y hacerte el amor." Dijo mientras besaba el punto débil de mi cuello, lo cual me hizo caer en sus brazos.
Gemí y él se rio.
"¿Vamos entonces?" Preguntó y asentí.
Me llevó fuera de la habitación y nos dirigimos hacia el salón.
"Lord Volkov y Lady Tamia." Anunció el