Dos años después. Susana terminó una negociación y llamó a Lisandra:
—Señora, en un rato paso a recoger a Jazmín. Esta noche tiene clase de dibujo.
Año y medio atrás, Rafaela se había enfermado y Susana estaba desesperada.
Lisandra apareció.
Después, ambas familias empezaron a tener contacto, pero Susana mantenía límites claros.
Cada vez que los Uribe recogían a Jazmín, Susana no los acompañaba. Cuando iba por la niña tampoco se quedaba a comer. Su única conexión con los Uribe era Jazmín.
...
Por teléfono, Lisandra parecía querer decir algo pero se contuvo.
Pero Susana no se dio cuenta.
Media hora después, el Bentley negro se deslizó lentamente hacia la mansión Uribe, atravesó las dos filas de abedules y se detuvo frente a la casa principal.
Susana abrió la puerta y bajó, su mirada inevitablemente se posó en un Range Rover negro. Era el auto de Lucas, había estado estacionado ahí estos dos años, la carrocería negra cubierta de polvo.
Su mirada tenía emociones complejas.
Justo entonces