Los gemelos Nathan y Nathaniel, crecían cada día más, su padre los cuidaba como si fueran sus tesoros, siempre quiso a Ethan y a Liam, pero el tener sus propios hijos de sangre no tenía comparación con nada, cada sonrisa, cada travesura, el mafioso disfrutaba al máximo cada momento con ellos
Vanessa esa mañana había amanecido un poco indispuesta, no quiso molestar a Nathanael y llamó ella misa a la clínica para hacer una cita, ya no le parecía normal estar vomitando todo lo que comía, esa misma tarde salió con uno de los chóferes, pero si ella pensaba que se le podía escapar de la vista al CEO Castrioli, estaba bastante equivocada
Al cabo de una hora que tardó en la consulta haciéndose unos exámenes, ya le habían entregado unos resultados, Vanessa los venía leyendo cuando salió del consultorio, fue por eso que no vió que el entrajado hombre ya la estaba esperando afuera, Nathanael le quitó de las manos los resultados, no estaba para seguir teniendo más paciencia, estaba preocupado de