Vida en Alta Mar.
Emily se encontraba de nuevo en cubierta, una vez más había cambiado sus ropas, esta vez eran ropas de hombre. El señor Smith le daba instrucciones a su derecha, mientras la muchacha hacía un nudo marinero. Vivir en aquel lugar era más difícil de lo que había esperado: Se pasaba los días limpiando la sucia cubierta con las manos, atando nudos, izando velas, recogiendo el gallardete, haciendo señas a los vigías para cambiar su turno, y a veces también cocinaba. Y la verdad era que los únicos días en los que disfrutaba era los días en los que le tocaba cocinar, ya que después de cocinar pod&iacut