James no esperaba que el pueblo y su gente estuvieran todos bajo un sello.

Sin embargo, confiaba en sus habilidades. "No se preocupe, señor Cray. Una vez que mis poderes estén completamente restaurados, ayudaré al pueblo de Teʼoma a deshacer el sello colocado en sus cuerpos".

Cray sintió un pequeño alivio al oír la promesa de James. Luego, se puso lentamente en pie, hizo un leve gesto con la cabeza y se dirigió de nuevo a la aldea.

James se quedó mirando pensativo la figura del anciano. Con su actual grado de cultivación, James ya era capaz de abandonar Teʼoma. Sin embargo, podía sentir que había algo más oculto en esta misteriosa aldea.

"Puede que el jefe de la aldea aún no me haya revelado todos sus secretos. Me quedaré aquí hasta que recupere mis poderes. Entonces, intentaré encontrar más información sobre Teʼoma". Decidió James para sí mismo.

...

En la sala principal de la Corte Celestial, Jacopo se sentó en el asiento reservado para el señor. Thea, la matrona de la Raz