Tras terminar de hablar, la hormiga se marchó.

En ese momento, un matón se arrodilló en el suelo de la cima del Monte Mala.

Un joven estaba sentado frente a la sala principal, jugueteando con una daga en la mano. Vestía una túnica negra y tenía un rostro juvenil.

El matón arrodillado en el suelo era el Rey Elefante, quien se había transformado en humano.

Mientras tanto, el joven no era otro que el más beneficiado por la Segunda Calamidad de la Tierra, Lucifer.

“Maestro Lucifer”.

El Rey Elefante se arrodilló en el suelo en su forma humana y se dirigió a él respetuosamente: “El humano más fuerte de la Tierra, el Guerrero Enmascarado, se ha rendido. Mis tropas del Monte Mala ya han entrado y ocupado la Provincia Suroeste”.

Lucifer empuñó ligeramente su daga y dijo con indiferencia: “¿Tan frágiles son los humanos de la Tierra?”.

“¡Informando, señor!”.

En ese momento, el hombre hormiga entró en la sala y se arrodilló en el suelo.

“Rey Elefante, Maestro Lucifer, un humano de la Ti