Como de costumbre, Sophie se negó a dar explicaciones.
Ella abandonó la mansión del señor de la ciudad y se dirigió al campo de entrenamiento situado detrás de la ciudad.
James no tenía forma de enfrentarse a ella.
Después, llevó a Laelia por la ciudad y le contó brevemente del origen de la Residencia Celestial.
La cara de Laelia estaba llena de asombro.
Mientras tanto, los soldados trasladaron rápidamente los granos a la Residencia Celestial y completaron sus tareas con rapidez. Laelia les ordenó que trajeran algunas semillas para que James las llevara a la Tierra.
Después de que todo el grano se trasladara a la Residencia Celestial, James se quedó fuera y lo encogió.
Había mucha gente reunida en la base militar, entre ellos el Emperador del Imperio Tabal, Zoe, Laelia y otros miembros de la familia Targwyn.
Laelia saludó a James con tristeza. “Volveremos a vernos algún día, James. Me dedicaré a mi entrenamiento y te encontraré cuando la Tierra de Tabal se fusione con la Tierra