Al mismo tiempo, en Cansington...
Cynthia salió de su habitación en pijama. Incapaz de conciliar el sueño, se dirigió a la sala de estar de la planta baja y navegó por el Foro de Artes Marciales. Quería saber si había ocurrido algo importante en los últimos días.
En cuanto entró en el foro, vio dos mensajes que había publicado James. Al leerlos, no pudo evitar exclamar: “¿James sigue vivo?”.
No podía creer lo que veían sus ojos. Con el teléfono en la mano, subió corriendo las escaleras y llamó a la puerta.
¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!
“¡Maxine! ¡Maxine!”.
Sin embargo, por mucho que llamara, nadie respondía a la puerta. Entonces, abrió la puerta y entró en la habitación.
Al entrar, vio a Maxine sentada en posición de loto en la cama. Llevaba un pijama blanco, el cabello largo y negro alborotado y los ojos inyectados en sangre. Le salían venas verdes por toda la cara.
A Cynthia se le heló la sangre e inconscientemente se dio la vuelta para marcharse.
¡Fiiushh!
En un instante, Maxi