Maxine continuó: “El amor superficial es posesivo. El amor verdadero se trata de dejar ir. Deja a James y busca un lugar apartado para pasar el resto de tu vida. De todos modos, morirás dentro de unos años, y James seguramente ya te habrá superado para entonces”.
“¿Es ésta la razón por la que has venido a verme?”, respondió Thea en voz baja mientras le dirigía una ligera mirada a Maxine.
“Sí”. Maxine no lo negó.
“No quiero ver a James renunciar a todo por tu bien ni correr de un lado a otro intentando salvarte”.
“Eres inteligente, así que deberías saber cuál es la mejor opción”.
Tras decir eso, Maxine se puso de pie y se dirigió a la salida.
Cuando llegó a la puerta, Thea la llamó de repente: “Espera”.
Maxine se dio la vuelta y miró a Thea, quien estaba de pie.
Thea se puso a llorar.
De sus ojos brotaron lágrimas cristalinas que se deslizaron por sus mejillas.
Siempre había soñado con envejecer junto a James.
Ahora sabía que ese sueño era casi imposible.
Solo le quedaban un