El Rey Blithe soltó un gruñido de preocupación.
Salió rápidamente de la oficina y se dirigió hacia la residencia donde Maxine y Thea estaban detenidas. No tardó en aparecer ante la puerta y dar un ligero golpe.
Thea y Maxine aún estaban elaborando un plan cuando escucharon el inesperado golpe en la puerta.
Maxine se levantó y mientras se acercaba a la puerta, dijo: “Voy yo”.
Abrió la puerta y vio al Rey Blithe de pie afuera.
“Señorita Maxine”, la saludó el Rey Blithe con una sonrisa.
“Entre”.
Maxine se dio la vuelta y lo guió al interior de la residencia.
El Rey Blithe cruzó la puerta.
Al ver al Rey Blithe, Thea se levantó furiosa y le gritó: “¿Qué pretendes con esto, Rey Blithe? ¿Cuánto tiempo piensas tenernos atrapadas?”.
El Rey Blithe respondió torpemente: “Señorita Thea, no puede culparme por esto. James emitió la orden específicamente prohibiendo que Maxine y tú se fueran. No cumplir con nuestro deber significa que nuestros soldados serán ejecutados. Espero que esto expl