James preguntó: “¿Estás bien? ¿Necesitas que te tome el pulso?”.
Maxine agitó la mano y dijo: “No es necesario, estoy bien. Solo necesito descansar unos días”. Ella miró a James y habló en un tono suave: “James, planeo regresar a la Capital”.
“¿La Capital?”. James frunció el ceño. “Tobias ya se dio por vencido contigo. Tuviste suerte de sobrevivir a esto. Si yo no hubiera recibido la herencia del Gran Patriarca de los Blithe, habrías muerto en Monte Raíz. Y tú…”.
Él se volteó hacia Thea y la reprendió: “¿Por qué actuaste tan imprudentemente? ¡Ese es el patriarca de los Blithe del que estamos hablando! Es un artista marcial de sexto rango. Podría haberte matado fácilmente”.
“Y-yo estaba preocupada por ti. También es en parte culpa tuya por no decirnos que escapaste. Estaba muy preocupada, ¿sabes?”.
“Tenía curiosidad por ver si Tobias vendría a rescatarme. También quería ver qué estaban tramando los Blithe”.
“Alto ahí, ustedes dos”, dijo Maxine interrumpiendo con su conversac