Capítulo 58
|| Punto de vista de VALERIA ||
Lo miré fijamente a los ojos, y su mirada penetrante me mantuvo en mi sitio. Cuando hablamos del castigo, me bebí el whisky de un trago.
Antes de que pudiera reaccionar, Sergio me levantó sobre sus hombros sin esfuerzo. Solté un grito agudo, pero al mismo tiempo me sorprendió sentir su fuerza. Casi me levantó como si fuera aire. Seguí gritando, avergonzada de ver a sus miembros riéndose:
«¡Que te jodan, Sergio! ¡Déjame en el suelo! Se lo diré a mi cuñada».
Sergio respondió con una burla, caminando de vuelta hacia la salida:
«Adelante. No sigo a tu cuñada».
Le reprendí con una sonrisa burlona, colgando de su hombro:
«Pero mi hermano sí le sigue».
Maldijo entre dientes, pero no me bajó. Me puse inquieta y empecé a golpearle la espalda con los talones:
«¡Bájame! ¡Que te jodan, Sergio! ¡Bájame!».
Para mi sorpresa, me dio una palmada en las nalgas, que se me pusieron rojas de vergüenza. Me quedé tan atónita por su acción que me quedé sin palabras